lunes, 26 de diciembre de 2011

VIDA Y PASIÓN DE RAMÓN URDANETA.

Amigos invisibles. Dentro de las cuarenta y tantas crónicas que he escrito en este blog, desde mayo del presente año por fenecer y que ya alcanza más de 20.000 lectores, quizás sea ésta la más difícil, porque resulta cierto que referirse al  presente y al pasado de la misma persona, parece que compromete la realidad para entrar en aquella paradoja que algunos podrían calificar de mantenerse en el reino de los pavos reales; pero para los que esculcan el tema planteado sin rezagos, pueden considerarla dentro del tornaviajes viviente, como la carrera del avestruz, que corriendo en su galope, de pronto se detiene para esconder bajo tierra la testuz. Así, pues, dentro de lo absurdo del momento vivido voy a tratar de poner en conocimiento al estilo Borges de los muchos que en lugares lejanos y de otros continentes pueden interesarse en conocer quién soy desde otros ángulos vitales, puesto que aquellos que pertenecen a la categoría de viejos amigos y compañeros de ruta en el mundo de lo intelectual y sus secuelas, ya mueven las llaves del teclado de  mi vida. Sin embargo, para los más animados en tratar la cuestión, sí recomiendo que por allí en esas librerías llamadas de viejo y raro, puede que encuentren algún ejemplar sobrado de dos libros donde el periodista español José Luis Ballester, y el suscrito, sí tratan con mayor amplitud sobre el tema en cuestión, llamados ambos “La visión interior” (editado por FLASOES en Caracas, en marzo de 1996), y el otro “50 veces yo” (Editores Best Seller, Caracas, 2005).
            Pues bien, entrando ya en materia y para ganar tiempo y espacio, les diré que nací en la ciudad venezolana de Trujillo, tierra de leyendas y de caudillos que desde tiempo infantil me refrescaran la memoria, y que desde el momento en el cual se tiene noción de la realidad (que algunos osados con otro tratamiento llaman “la comezón del séptimo año), me lancé al aprendizaje propio dentro de una cultura incipiente aunque eficaz, que con los años y por ser lector, como algunas veces pensador sobre lo digerido, me sirvió de motor de arranque para el resto de mi vida. Por ese sendero juvenil estudié en la ciudad natal en instituto de un  sacerdote doctorado en Roma, y en el famoso “Colegio San Luís Gonzaga”, de Bogotá. El Bachillerato lo cursé en el natal Trujillo y en Caracas, desde donde poco tiempo después de la Segunda Guerra Mundial viajé a Europa para continuar mi formación intelectual  que se tradujo en numerosos viajes de estudio, conocimiento de idiomas, análisis detenidos de muchos países, visitas de bibliotecas y escritos diversos que realizara para publicar los primeros libros de la cosecha que ahora suman 44 volúmenes, mientras proseguía estudios universitarios de Derecho y Administración Comercial en las Universidades de París, Grenoble, Zaragoza y Salamanca, plurisecular casa de estudios afamada, donde obtuve el lauro académico el 17 de marzo 1958. Esta enorme pasantía por tan distinguidas universidades formó el pensamiento que aún conservo y que ha dado numerosos frutos a lo largo de mi vida.
            Regresé a Venezuela a la caída del dictador “constructivista” general Marcos Pérez Jiménez, y con el ambiente de alborozo que reinaba pronto me incorporo a diversas actividades que, como se dice, fueron a tiempo completo. Trabajé con el nuevo gobierno democrático en el campo de la jurisdicción penal, como a los treinta años que dedico  luego al área del ejercicio profesional en las especialidades Civil y Mercantil, dentro de este tiempo, reitero, en las horas libres que fueron hasta nocturnas mantuve  una activa actividad intelectual  en la áreas de prosa y de la poesía, publicando cinco libros en este campo del espíritu, desde el primero editado en Madrid, bajo la supervisión del conocido crítico y bardo malagueño José Luís Cano, creador de la Colección Adonais de Poesía. En el curso de esos años juveniles fui directivo del Hogar Americano, que tenía su centro en Madrid, y del Instituto Venezolano de Cultura Hispánica, en el cual alcanzo a ser elegido Presidente en tres oportunidades. En esos años de la carrera intelectual fui elegido miembro numerario del Centro de Historia del Estado Trujillo, hasta llegar a ser su Decano y Presidente de la Asociación de Escritores de Venezuela, en dos oportunidades, con más de 400 miembros, que albergaba escritores de la talla internacional de Arturo Uslar Pietri, Rómulo Gallegos y Miguel Otero Silva. Al mismo tiempo se me distinguió con la membresía de treinta o cuarenta instituciones culturales de dentro y fuera del país (Socio Honorario de la Unión Brasilera de Escritores), y al correr de este lapso temporal recibí la imposición de trece condecoraciones nacionales (Francisco de Miranda, Andrés Bello, Cecilio Acosta,  del Trabajo, etc.)  y extranjeras, entre ellas de España (Isabel La Católica), Bulgaria y Chile.
            En el curso de esos años de intensa actividad no escatimé esfuerzos para visitar en varias oportunidades y darle la vuelta al mundo, conociendo a 62 países y al asistir oficialmente, que recuerde, a muchos Congresos nacionales y extranjeros, como los de Bagdad, Sofía, Damasco, La Habana, Bogotá, Sevilla, Guatemala, Belgrado, París, Caracas (en calidad de Presidente) y Santo Domingo. En Caracas durante la Presidencia de la Asociación de Escritores de Venezuela fundamos el Inprescritor, la Sociedad de Derechos de Autor y la Federación Latinoamericana de Sociedades de Escritores (FLASOES), con 17 entidades adscritas, incluida la Sáharahui, que aún presido, como también soy Vicepresidente del Centro Internacional de la Paz.
            En el terreno de la bibliografía voy a señalar algunos títulos representativos de mi obra creadora, y entre ellos recuerdo a “Diego García de Paredes, conquistador de América”, “Vida y pasíón del capitán Juan Pacheco Maldonado”, cuyo título por cierto presto para este trabajo, “El sentido de la tradición” (Ediciones Tercer Mundo, Bogotá), “Caracas, soledad”, Alonso Briceño, primer filósofo de América (Universidad Católica Andrés Bello), “El pensamiento histórico venezolano”, “Discurso barroco” (AEV), “La verdadera historia de los trece apóstoles” (Marymar, Buenos Aires), “Los amores de Simón Bolívar” (con cinco ediciones agotadas), “Cantos asiáticos”, la novela editada por Planeta “El laberinto loco”, “La vida íntima de la Presidentes de Venezuela” que comprende cinco volúmenes, “Arturo Uslar Pietri”, “Veinte crímenes inolvidables” (Panapo), “Diccionario general de los indios cuicas”, “Marco y retrato de Granmont (Francia el Caribe en el siglo XVII), editado por el Instituto de Altos Estudios de América Latina de la Universidad Simón Bolívar, la novela “Adán y Eva se odiaban”, la novela histórica “Si el papa fuera mujer” (la Papisa Juana), “El libro de las profecías”, el grueso texto histórico y muy pronto vendido “Historia oculta de Venezuela”, y el reciente trabajo publicado por la Academia Nacional de la Historia de Venezuela y de la que soy miembro, que se intitula “Los 42 firmantes del Acta de Independencia de Venezuela”. Fuera de ello tengo terminados pero esperando mejores tiempos por venir en este país cuna de Simón Bolívar, la novela  “Doctor Knoche. El vampiro de Galipán” y el para mí muy importante estudio “Desenterrando a Bolívar”, que relata sin cortapisas la verdadera historia del conocido Libertador, aunque no en todas sus facetas positivas o de reproche. No debo olvidar para esta síntesis estrecha mi numerosa colaboración al “Diccionario Histórico de Venezuela”, de la Fundación Polar.
            Para seguir tocando estos temas atinentes es lógico decir que entre otros medios conocidos he pronunciado numerosas conferencias dentro y fuera del país, sea dicho discursos que se me han solicitado y que acepté en su oportunidad, como que numerosos escritores, historiadores y críticos se han referido a mi trabajo en diversos campos de la actividad que llevara cabo. En cuanto a colaboraciones  en periódicos y revistas son múltiples, dentro y fuera de Venezuela, como ponencias y debates, siendo colaborador de los diarios “El Nacional” y columnista de “El Universal”, ambos de Caracas. Amigos escritores y conocidos de importancia son bastantes, dentro y fuera del país (Eugenio Evtuckenko, Raúl Guerra Garrido, Víctor Villegas, Joao Fagundes de Menezes, Arturo Alape, Oscar Echeverry Mejía, Víctor Villegas,  Juan Rulfo, etc, etc.)
            Ahora  voy a referirme a este blog de “Venezuela y el mundo”, con el que he tenido la oportunidad placentera para mí de relacionarme con todos ustedes, amigos invisibles, que espero hasta ahora les haya gustado en los 41 trabajos que he presentado para su distracción, escritos basados desde luego en fundamentos históricos que manejo en diferentes áreas y con temas tan palpitantes como el de las guerrillas, los dictadores latinoamericanos, los terroristas al estilo Bin Laden,  personajes excéntricos y otros que deben bien conocerse en nuestro mundo, como el maestro Simón Rodríguez, el vampiro caraqueño de Galipán (Dr. Gottfield Knoche), el caballero y jefe filibustero del Caribe, o sea el francés Granmont, el general amigo de los turcos Nogales Méndez, el superespía catalán Juan Miguel García Pujol, quien vivía escondido en Venezuela  y el caraqueño Carlos El Chacal Ramírez, condenado hasta ahora a dos cadenas perpetuas. Otros temas apasionantes que se pueden visitar en el blog son, por ejemplo, el análisis que hago de nuevos y viejos imperios, como el chino, el soviético y el ruso, el aspirante brasileño y el norteamericano, además de los estudios actualizados que se realizan sobre el Islam, la agitada cuenca del mar Mediterráneo, sobre Cuba, Puerto Rico, la cultura en los países caribeños,  el problema de la vieja y nueva esclavitud, la difícil geografía política desde el río Atrato colombiano al territorio de Tapachula mexicano, el reconocimiento de España a la Independencia de sus colonias en América, el auge y caída del petróleo en Venezuela (y vendrá otro artículo complementario), y el último trabajo de indagación histórica referente al coronel Apolinar Morillo, famoso por ser el autor material del asesinato de Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho.
            Y como el origen que me motivó para escribir el presente blog fue la desenfadada manera de inventar sobre la vida de Simón Bolívar, el hombre de carne y hueso que se ha elevado a mito o icono revolucionario de algo inexistente, llenado la cabeza de mentiras de los crédulos como hasta de algunos incrédulos, ello forzó a mi pluma para escribir sobre tantas falsías o medias verdades en una suerte de reescribir la Historia a todas luces inexistente, por lo que forcé el material didáctico en mi mano para que sea conocido por el mundo, y así he ensayado sobre este caraqueño empecinado en tantas cosas buenas como de muchas malas, y por ello en el redondeo sobre el tema en mientes traté sobre Marx y Bolívar, el padre desprejuiciado y libidinoso de Don Simón, la familia de este caraqueño y su non sancta hermana María Antonia, las numerosas amantes de Simón Bolívar, los dos hijos certeros de este caraqueño, el fracaso bolivariano del Congreso de Panamá,  los veinte atentados con que quisieron ajusticiarlo, la supuesta y mentirosa pobreza de este mantuano de derechas, los últimos días de su vida cuando confiesa que ha arado en el mar, y la treta  que utiliza en Trujillo de Venezuela con que se obtiene de facto la Independencia política de los países hispanoamericanos, desde Méjico hasta el Cabo de Hornos. De todo esto y más iré informando a mis lectores a partir del mes de enero, en que reinicio labores, con el tema tan inédito como fundamental por las controversias que plantea: BOLÍVAR AMABA A LOS INGLESES.  Paciencia, pues, que Time are (para algunos es is) Money, si no estoy equivocado.

Y que se distraigan bastante en Navidad y Año Nuevo.  Les desea ramonurdaneta30@hotmail.com

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