Amigos invisibles. Como quiera que con la figura humana de Simón Bolívar se ha querido desdibujar la realidad acaecida para transformarla en mito, con lo que esperan obtener beneficios populistas los forajidos caudillos que se aprovechan de la debilidad histórica por haberla deformado en propio beneficio, con conocimiento de causa debido a los estudios que tengo sobre este aspecto cumbre bolivariano, vengo hoy a despertar conciencia e interés en este sentido, para denunciar ante el mundo la falsaria manipulación que se hace sobre el tema, con el martilleo constante de ciertos pareceres repetidos hasta el cansancio a fin de confundir en lo acaecido sobre la vida y misterios del superhombre polémico hispano, latino, afro, mestizoamericano y como quiera usted interpretarlo, pero que bien reflejan el testimonio de una época, difícil por cierto, que desemboca con agravantes en la que a plena luz estamos viviendo.
Resulta pues, de lo que se desprende, que el caraqueño Don Simón no fue un santo de altar desde su propia infancia, dados los arrestos particulares que en ciertos momentos demostró y que por ser lo que fue, desde luego que iba a tener amigos y enemigos también, como forma de contrarrestar su valer y por aquello de la competencia que en toda instancia de su vida le aparece a quienes se destacan. Eso es cosa común en la humanidad, de donde partiremos de la premisa que Bolívar no era inmaculado, que tuvo muchos enemigos en su tránsito vital y aún después de muerto, y que en bastantes ocasiones debió salvar la existencia por cosas fortuitas como el amor, o porque ese día no había llegado ni su hora para morir. Como el tema es extenso y en parte ocupa un libro que he terminado, dentro de una síntesis necesaria me voy a concretar en los sucesos más resaltantes de estos atentados, dejando para otras ocasiones referirme a lo nimio o bastante subjetivo en estos aconteceres que demuestran desde luego lo difícil que resultaba ocupar el sitial a que llegó Don Simón, porque muchas veces parecía estar muerto.
En el presente escenario no voy sino a referirme de una manera escueta y alejada de términos literarios a tales hechos, en sucesión continua, que ustedes sabrán amalgamar con sus secuelas y que numerados para entrar en acción son los siguientes:

2) INTENTOS DE ASESINATO EN PUERTO CABELLO. Tuvieron ocasión en Puerto Cabello (Venezuela) a principios de julio de 1812 ante el desastre de la caída de ese importante puerto militar en manos españolas, de lo que por culpable se increpa a Bolívar (y Juan Conejo trama matarlo), mientras que el capitán de milicias Domingo de Taborda lleno de ira y con dos asistentes a tal acto que sucedió en el Cabildo citadino, lleno de ira desenvaina su espada “para atentar contra Bolívar”, lo que pudo contener en tal decisión muchos de los presentes que impidieron tan bochornoso acto.
5) ATENTADOS EN CARÚPANO DE VENEZUELA. Acaecieron uno a principios de septiembre de 1814, cuando Bolívar se escapa de la prisión de ese puerto para abordar un barco salvador, mientras el general Bermúdez y José Félix Ribas indignados lo persiguen con fines aviesos, lo que se evita al poder montar y presuroso sobre tal velero. Luego el general Piar también quiso matarlo en el mismo puerto, y se salvó porque en la tentativa del homicidio no lo encuentra donde lo habían señalado.
6) INTENTOS DE JAMAICA. Dos intentos previos de asesinato ocurren en Jamaica, reseñados en el periódico “Royal Gazette”, hechos “por algunos de los españoles de la más baja ralea”, según se escribe, por lo que el Libertador resuelve viajar a Haití.
7) INTENTO GRAVE EN KINGSTON. En la noche del 9 al l0 de diciembre de 1815 el esclavo Pío, alias Beto, en dicha capital de Jamaica y sobornado con dinero caraqueño de Salvador Moxó, atenta contra su amo, donde creyéndole dormido en la hamaca que utilizaba asesta dos puñaladas mortales al venezolano Félix Amestoy, que allí entonces reposa. Cuatro días después de su confesión, fue ahorcado.

9)INTENTOS OCURRIDOS EN GÜIRIA. En el puerto oriental venezolano de Guiria, en agosto de 1816 y azuzado por el general Mariño el general Bermúdez creyéndose desairado en su honor y enfurecido luego de una discusión tremenda atenta contra la flaca humanidad de Bolívar, sable en mano para herirle de muerte, deteniendo su carrera a la fuerza varios amigos mientras Simón aborda sin respiro el barco corsario de José Bianchi, allí surto, “en el último intento de su muerte”.
10) ATENTADO EN QUIAMARE. Ocurre el 23 de marzo de 1827, al Sur de Barcelona, en Venezuela, cuando el pardo José Alemán y su guerrilla, azuzado por el general Mariño y en cuenta de su situación, en un descuido trata de atentar contra la vida de Bolívar, con los oficiales que le rodean, situación grave que es descubierta minutos antes por el Ayudante de Bolívar coronel Francisco Vicente Parejo, para así mediante las armas eludir este peligro.

12) LO OCURRIDO EN EL PERUANO Y NORTEÑO PIURA. En junio de 1824 en dicha ciudad Bolívar tuvo conocimiento que desde Lima se había enviado un individuo con la misión de asesinarlo y cuyas señales fisonómicas fueron acompañadas, “bocón, algo ñato y picado de viruelas”, al que se consideró chileno. Buscado hasta en Huaraz, donde se le había visto, desapareció repentinamente. Pero pronto en el mismo Piura se detuvo un sujeto con iguales características, de nombre Juan Avilés, llevándosele a juicio, “sin conocer la suerte final corrida por Avilés”, presumiéndose por acasos de la guerra emprendida.
13) INTENTO DE ASESINATO EN POTOSÍ. Ocurrido en aquella altura boliviana a principios de octubre de 1825 y salvado por una confidencia de la amante María Joaquina Costas, madre de su hijo Don Pepe, cuando le susurra en el oído que el oficial español teniente León Gandarias maquina asesinarlo con puñal magnicida mientras duerme en el palacio que habita. Detenido en el intento, y luego de súplicas a favor y provenientes de Maria Joaquina, por ser familiar cercano del detenido, dicho oficial fue expulsado del país, para siempre.
14) EL CASO DE HUAMACHUCO. En el norte del Perú y oriente de Trujillo, donde permanece por un tiempo el caraqueño, al Cuartel General de Bolívar se presentó un Sargento Mayor, oriundo de Chile, de quien se conoce pronto por informes recabados en contrainteligencia que iba para matar a Bolívar, enviado en este caso por un importante Jefe del Ejército. En tal conocimiento Bolívar se hace el desentendido y sigue tratándolo ojo avizor pero “con bondad y dulzura”, para luego usando la diplomacia destinarlo a un puesto de Comandante de armas bastante alejado y neutralizando así su intención homicida, sin llegar al escándalo, lo que en detalles comunica el caraqueño al payanés general Manuel Antonio López, y este lo deja escrito en su libro “Recuerdos Históricos”, para la posteridad.

16) INTENTO EN FONTIBÓN. En su vuelta de las Campañas del Sur y en esta ciudad situada en los aledaños de Bogotá, el 14 de noviembre de 1826, pudo haber ocurrido su muerte así dispuesta cuando un grupo de notables lo reciben con pistolas cargadas, para proceder en contra si el Libertador se pronunciaba allí con propósitos centralistas autoritarios, lo que por fortuna no ocurrió, salvando así la vida.
17) INFORME DESDE PUERTO CABELLO. Es lo que hace Bolívar en carta dirigida desde allí al general José Antonio Páez, para poner en su conocimiento que “había tramas secretas contra su vida”. Sobre estas tramas para asesinarlo el general Santander el 30 de octubre de 1828 y mediante confesión escrita expresa que no estuvo de acuerdo con su muerte “el día 6 de enero de dicho año” (1827).
18) POR LA CONVENCIÓN DE OCAÑA. Como consecuencia de esta Convención se piensa nuevamente en el asesinato del Libertador, por obra de un grupo de santanderistas y alumnos bartolinos, a llevar a cabo en Bucaramanga, donde permanece Don Simón. Mediante confidencias recogidas, O’ Leary y Briceño Méndez comunican de ello a Bolívar, quien toma medidas oportunas, pues se enviaría desde Ocaña a un oficial hasta Bucaramanga, para cometer el magnicidio, si la constitución debatida fuese aprobada según el proyecto centralista bolivariano, todo lo cual comentó Bolívar con su biógrafo Peru de Lacroix.

20) EL FINAL DE SANTA MARTA. Hemos llegado al borde, con el final de Bolívar. Causa horror esta cadena de atentados, de lo que puede usted sacar alguna conclusión. Solo, atormentándose por los recuerdos, rodeado en su mayoría de enemigos, tanto en Colombia como en Venezuela, donde incluso quieren hacerlo preso, fallece en el desierto de su alma llamando a la concordia, al final de los partidos y a la unión, como si aquello pudiera suceder, en ese “nido de alacranes” (frase del general venezolano Müller Rojas) que se había vuelto Colombia. Y ante otra mayor desgracia ahora los venezolanos no dejándole descansar lo sacaron de su tumba para armar una rumba mediática con tal hecho, mientras resaltan a cada nada cosas que nunca dijo, o que las dijo al revés, para acomodo de las circunstancias políticas, porque sin el reposo debido a 180 años de su muerte Bolívar sigue sufriendo la tremenda desgracia de sus enemigos solapados y de los ignorantes acomodaticios que lo entornan por un vil interés.
ramonurdaneta30@hotmail.com
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